Vivo sin vivir en mí
Santa Teresa de Jesús
Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor,
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puso en mí este letrero:
«Que muero porque no muero».
Esta divina unión,
y el amor con que yo vivo,
hace a mi Dios mi cautivo
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a mi Dios prisionero,
que muero porque no muero.
¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel y estos hierros
en que está el alma metida!
Sólo esperar la salida
me causa un dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
Acaba ya de dejarme,
vida, no me seas molesta;
porque muriendo, ¿qué resta,
sino vivir y gozarme?
No dejes de consolarme,
muerte, que ansí te requiero:
que muero porque no muero.
Escalona, Jhovana
ResponderEliminarVivo sin vivir en mí, el tema pertenece a la tradición poética española utilizada por otros poetas, dando diferente sentido a sus poesías, Santa teresa de Jesús en la tradición del misticismo traduce estas imágenes del amor profano a un poema de amor celestial, nos muestra una poesía culta, nos dice: nuestra vida es el lugar donde este Dios, a él debemos buscar, es un canto a la esperanza, al encuentro, a la entrega, a la confianza que debemos tener, a la búsqueda interior. Es la poesía mística dedicada a Jesús.
En el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz y el poema Vivir sin Vivir en Mi de Santa Teresa de Jesús, se evidencia ese deseo de morir para alcanzar el amor de Dios, que estando en vida no le es suficiente. El alma siente un éxtasis de amor, una pasión desenfrenada por alcanzar su anhelo. Por tal razón en ambos escrito, se hace evidente la antítesis: ¡Oh vida!, no viviendo donde vives (estrofa 8, San Juan); Vivir sin vivir en mí (Santa Teresa). Los cuales indican, que están viviendo sin vivir, porque no tiene lo que desean: el amor de Dios.
ResponderEliminarEn el Cántico Espiritual, el Alma (la esposa) se queja de la vida de sufrimientos, por eso desea morir para encontrarse con su amado (Dios) y está acción la haría sin ninguna pena; su objetivo es amar y ver la presencia de Dios y vivir en él. Pero aun, no es momento para ello, y por tal esa espera la hiere, porque aún tiene que sufrir tantos tormentos.
En Santa Teresa, también ocurre situación similar. Ella desea ascender a la verdadera vida, la cual es la eterna, y empieza después de la muerte, y mientras llega sufre intensamente. La Espera la hiere y causa dolor. La única libertad es con Dios, en la vida terrenal se ve atadas por cadenas, en una cárcel de hierro.
En ambos escritos se evidencia: El Alma al servicio de Dios; la Espera como una herida; la muerte como liberación de los tormentos terrenales; la vida como cárcel, y deseo de ascender para librarse de las cadenas. Para alcanzar la unión con Dios, debe transitar ese camino de sufrimientos.
Sobre el comentario de Laurimar, debo señalar que es muy diáfano en su percepción, pero le falta ver las diferencias importantes que tiene con los poemas de San Juan, precisamente en la imagen de la cárcel. Santa Teresa introduce un elemento peculiar e inquietante. ¿Cuál será?
ResponderEliminarLos elementos nuevos en Santa Teresa están relacionado precisamente con la cárcel: Los hierros, prisionero y cautivo.
ResponderEliminarEn San Juan de la Cruz, no se presenta estos elementos, ya que en este caso la amada (El Alma) sufre en la búsqueda de su esposo (Dios), por la vida perdidiza que llevaba. Después de tanto sufrimiento, en el momento de la unión todo el entorno cambia; la naturaleza se torna sosegada y calmada, porque su deseo se cumplió y está limpia de todo aquello que la alejaba de su amor.
Santa Teresa, también en su poema anhela la unión con Dios; pero en el encuentro pretende convertir a Dios en su cautivo y prisionero para librarse de tantos sufrimientos. Su Alma esta encarcelada (en el cuerpo) y los hierros la marcan y la atan a este mundo profano.
Laurimar Vegas
ResponderEliminarLos elementos nuevos en Santa Teresa están relacionado precisamente con la cárcel: Los hierros, prisionero y cautivo.
En San Juan de la Cruz, no se presenta estos elementos, ya que en este caso la amada (El Alma) sufre en la búsqueda de su esposo (Dios), por la vida perdidiza que llevaba. Después de tanto sufrimiento, en el momento de la unión todo el entorno cambia; la naturaleza se torna sosegada y calmada, porque su deseo se cumplió y está limpia de todo aquello que la alejaba de su amor.
Santa Teresa, también en su poema anhela la unión con Dios; pero en el encuentro pretende convertir a Dios en su cautivo y prisionero para librarse de tantos sufrimientos. Su Alma esta encarcelada (en el cuerpo) y los hierros la marcan y la atan a este mundo profano.
Laurimar Vegas
ResponderEliminarLos elementos nuevos en Santa Teresa están relacionado precisamente con la cárcel: Los hierros, prisionero y cautivo.
En San Juan de la Cruz, no se presenta estos elementos, ya que en este caso la amada (El Alma) sufre en la búsqueda de su esposo (Dios), por la vida perdidiza que llevaba. Después de tanto sufrimiento, en el momento de la unión todo el entorno cambia; la naturaleza se torna sosegada y calmada, porque su deseo se cumplió y está limpia de todo aquello que la alejaba de su amor.
Santa Teresa, también en su poema anhela la unión con Dios; pero en el encuentro pretende convertir a Dios en su cautivo y prisionero para librarse de tantos sufrimientos. Su Alma esta encarcelada (en el cuerpo) y los hierros la marcan y la atan a este mundo profano.
Laurimar: no sólo lo pretende. En el poema se declara exactamente eso y eso marca la diferencia con San Juan. Tu encontraste la imagen pero no conceptualizaste en que consiste la diferencia.
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