martes, 23 de junio de 2015

Francisco de Quevedo: Amante agradecido a las lisonjas mentirosas de un sueño


¡Ay Floralba! Soñé que te... ¿Dirélo?
Sí, pues que sueño fue, que te gozaba;
¿Y quién sino un amante que soñaba,
Juntara tanto infierno a tanto cielo?
Mis llamas con tu nieve y con tu hielo,
Cual suele opuestas flechas de su aljaba,
Mezclaba Amor, y honesto las mezclaba,
Como mi adoración en su desvelo.
Y dije: «Quiera Amor, quiera mi suerte,
Que nunca duerma yo, si estoy despierto,
Y que si duermo, que jamás despierte».
Mas desperté del dulce desconcierto,
Y vi que estuve vivo con la muerte,
Y vi que con la vida estaba muerto.

10 comentarios:

  1. Kimberley Ruiz
    El poema “Amante agradecido a las lisonjas mentirosas de un sueño” de Francisco De Quevedo, desde mi perspectiva es un poema narrativo, donde se describe, en primera persona, el sueño o las sensaciones del sueño que se ha tenido. El poema del sueño erótico es, también, de índole amorosa; está escrito en tiempo pasado y siempre, al leer y analizar el texto, surge la pregunta de si se sueña o se está despierto. Este poema amoroso combina el amor pasional con el amor celestial: infierno, cielo; e incluye abundantes paradojas. Con el sueño se alivia el dolor tanto físico como el psíquico, restaura las fuerzas, desata el alma de los vínculos de los sentidos exteriores. El poeta nos narra la historia de un hombre que soñó con una mujer, un sueño muy físico lleno de deseo y duda entre la posibilidad de decírselo o no. El autor nos describe a un protagonista como un amante, ya que solo un amante puede con un sueño sentir una sensación tan extrema que parezca mezcla de cielo por lo alcanzado, la sensación de gloria y de infierno por la pasión que siente. El deseo de poseer carnal y espiritualmente a la amada es de tal magnitud que confunde al protagonista. Es aquí donde el poeta quiere prolongar el goce mediante el sueño. La pasión de él y quizás la indiferencia de ella o también la lejanía por lo inalcanzable se vuelve realidad, se hace posible en ese sueño y se mezclan. Las llamas de la pasión amorosa contrastan con la frialdad del rechazo femenino. La paradoja es saber si está dormido o despierto, pues si está dormido y tiene la posibilidad de experimentar y sentir todo aquello, no desea volver a despertar y si por el contrario está despierto no quiere dormirse, en ambos caso se refiere al deseo de permanecer bajo esa sensación.

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    1. Tu lectura, Kimberley no está nada mal, pero hubiese sido interesante encontrar respaldo textual de los conceptos que enumeras, para poder exprimir todo el sentido paradójico del poema (el final es muy importante) Tú hablas de prolongación de goce. ¿Puedes demostrar en el texto que ya él la había gozado antes? Si no es así, ¿qué sentido cobra el poema? pasión de él, indiferencia de ella también requieren respaldo. ¿Qué tienen que ver el infierno y el cielo en lo que tú interpretas del final?

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    2. Kimberley Ruiz
      Desde mi punto de vista la prolongación del goce lo veo reflejado mediante el sueño, y sus esperanzas de no querer despertar y así conseguir expresar la intensidad del goce mediante un deseo prolongado. La palabra “gozar” se puede analizarla de dos maneras: el gozar a Dios o el gozar a una mujer, a partir de este punto la palabra denota dos polos extremadamente opuestos, pues por un lado se refiere al cielo (entendido como el lugar donde está Dios) y por el otro se refiere al plano terrenal (el amor a la mujer), significados que se encuentran mezclados en una sola palabra. Efectivamente no puedo evidenciar en el texto que él ya la había gozado antes, y eso le da la carga y el sentido erótico al poema, ese deseo reprimido que siente el protagonista por su amada. Desde mi óptica el infierno ocurre cuando él se despierta y se da cuenta que todo fue un sueño, también representa para mí la brevedad de lo que se vive y el cielo lo siente en el transcurrir del sueño y como allí se vuelve realidad todos los deseos que él siente.

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  2. Arlet Rivas
    Este poema de Quevedo, es uno, principalmente, amoroso. En el podemos ver muchas de las características del movimiento del cual Quevedo fue un gran exponente: el Barroco. Siendo un poema amoroso, podemos encontrar en él lo que sería ese sentimiento lleno de inestabilidad que lleva a los hombres al pesimismo y al desengaño, también podemos apreciar como en algunas de sus líneas, el autor se muestra un tanto exagerado con sus expresiones, cosa que es bastante típica en este movimiento, así como las paradojas, las contraposiciones que tan llamativas se muestran.
    Primero que nada, debemos recordar que los sueños nos aparecen como la expresión más secreta y más impúdica de nosotros mismos. En este poema, se nos deja en un espacio entre lo consciente y lo inconsciente. Algunas personas se han atrevido a decir que al dormir morimos y me parece que esta es la interpretación que se le puede dar a dicho hecho en el poema.
    El autor nos da todo tipo de ‘pistas’, que nos llevan a ver que la mujer de la que habla, por la que tanta pasión y amor siente, está muerta. Nos habla de “Mis llamas con tu nieve y con tu hielo” Lo que llama la atención, debido a que esta es una de esas pistas. Ella, muerta, fría como el hielo. Y él, vivo y ardiente por el deseo de poseerla, de gozarla. Quevedo nos muestra cómo es que solo en ese momento puede el amor, o la pasión hacia una mujer, ser una fuerza tan poderosa que logra superar el fin de la materia. Que solo en ese momento, en el que los dos se encuentran en un mismo espacio, pudieron conectarse nuevamente.
    Finalmente, considero que lo más representativo en este poema es denotar que ese sueño nos muestra lo desengañado que pudo sentirse el hombre de esa época. Ese hombre que sabe más que nadie que la muerte es nuestro fin, y que lo anhela para poder encontrarse al fin con quien desea y ama, ya que como se expresó con respecto al sueño: “Y vi que estuve vivo con la muerte, Y vi que con la vida estaba muerto.”

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    1. Aunque tu lectura del soneto no es desatinada, sino que sigue cierto sendero del texto, creo que se perjudica por ser demasiado literal. Si en las alusiones a la muerte vemos también un sentido figurado podríamos encontrar mucha más riqueza en el poema. ¿Por qué el hielo del cual habla la voz poética no puede referir a la indiferencia de la dama? Creo que el terceto que inicia "Quiera amor..." es crucial para comprender el poema. Revísalo, por favor.

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  3. Escalona, Jhovana
    Los poemas de Quevedo alcanzan un alto nivel de complejidad, lo cual hace que los analistas de estos poemas tengan diferentes puntos de vista, esto se puede observar en “Amante agradecido a las lisonjas mentirosas de un sueño”, por eso no es de extrañar que Quevedo fue un poeta multifacético al momento de elaborar su poesía, al leer el poema nos damos cuenta que es un poema erótico muy común en la época del barroco, comienza ¡Ay Floralba! Soñé que te…, aquí nos hace dudar de un falso recato lingüístico con notable ironía, utilizando la reticencia, lo primero que llega al pensamiento es: en el acto sexual, luego al leer la siguiente línea nos damos cuenta cómo juega Quevedo con la imaginación del lector, al percibir que es un sueño, ya que así lo manifiesta el verbo (soñé) que esta conjugado en primera persona.
    Por otro lado es importante resaltar que el poema en su totalidad es amoroso, donde Quevedo resalta el amor carnal (deseo) y el amor espiritual de poseer a la dama, donde desata sus más bajos instintos y al despertar se da cuenta que era un sueño, aquí se intercambian los roles de no saber si el estar despierto es un sueño, o si el sueño es la realidad dolorosa al despertar, utiliza la paradoja “y vi que estuve vivo con la muerte, y vi que con la vida estaba muerto, que nunca duerma yo si estoy despierto”, en el barroco el sueño y el acto sexual eran relacionados con la muerte como un estado de plenitud, por eso Quevedo dice: y vi que estuve vivo con la muerte.

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  4. Escalona, Jhovana
    Los poemas de Quevedo alcanzan un alto nivel de complejidad, lo cual hace que los analistas de estos poemas tengan diferentes puntos de vista, esto se puede observar en “Amante agradecido a las lisonjas mentirosas de un sueño”, por eso no es de extrañar que Quevedo fue un poeta multifacético al momento de elaborar su poesía, al leer el poema nos damos cuenta que es un poema erótico muy común en la época del barroco, comienza ¡Ay Floralba! Soñé que te…, aquí nos hace dudar de un falso recato lingüístico con notable ironía, utilizando la reticencia, lo primero que llega al pensamiento es: en el acto sexual, luego al leer la siguiente línea nos damos cuenta cómo juega Quevedo con la imaginación del lector, al percibir que es un sueño, ya que así lo manifiesta el verbo (soñé) que esta conjugado en primera persona.
    Por otro lado es importante resaltar que el poema en su totalidad es amoroso, donde Quevedo resalta el amor carnal (deseo) y el amor espiritual de poseer a la dama, donde desata sus más bajos instintos y al despertar se da cuenta que era un sueño, aquí se intercambian los roles de no saber si el estar despierto es un sueño, o si el sueño es la realidad dolorosa al despertar, utiliza la paradoja “y vi que estuve vivo con la muerte, y vi que con la vida estaba muerto, que nunca duerma yo si estoy despierto”, en el barroco el sueño y el acto sexual eran relacionados con la muerte como un estado de plenitud, por eso Quevedo dice: y vi que estuve vivo con la muerte.

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  5. Escalona, Jhovana
    Los poemas de Quevedo alcanzan un alto nivel de complejidad, lo cual hace que los analistas de estos poemas tengan diferentes puntos de vista, esto se puede observar en “Amante agradecido a las lisonjas mentirosas de un sueño”, por eso no es de extrañar que Quevedo fue un poeta multifacético al momento de elaborar su poesía, al leer el poema nos damos cuenta que es un poema erótico muy común en la época del barroco, comienza ¡Ay Floralba! Soñé que te…, aquí nos hace dudar de un falso recato lingüístico con notable ironía, utilizando la reticencia, lo primero que llega al pensamiento es: en el acto sexual, luego al leer la siguiente línea nos damos cuenta cómo juega Quevedo con la imaginación del lector, al percibir que es un sueño, ya que así lo manifiesta el verbo (soñé) que esta conjugado en primera persona.
    Por otro lado es importante resaltar que el poema en su totalidad es amoroso, donde Quevedo resalta el amor carnal (deseo) y el amor espiritual de poseer a la dama, donde desata sus más bajos instintos y al despertar se da cuenta que era un sueño, aquí se intercambian los roles de no saber si el estar despierto es un sueño, o si el sueño es la realidad dolorosa al despertar, utiliza la paradoja “y vi que estuve vivo con la muerte, y vi que con la vida estaba muerto, que nunca duerma yo si estoy despierto”, en el barroco el sueño y el acto sexual eran relacionados con la muerte como un estado de plenitud, por eso Quevedo dice: y vi que estuve vivo con la muerte.

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  6. María Inti Muñoz13 de julio de 2015, 19:09

    En el poema de Francisco de Quevedo titulado “Amante agradecido a las lisonjas mentirosas de un sueño” se rememora obviamente al amor solo que de una manera poco convencional, dado que del amor del cual se habla, se materializa es en un sueño, que proceden del “amante agradecido”, según reza el nombre de este poema, pero lo que también se encuentra en el nombre de este poema, es “…mentirosas de un sueño”, por ende ya se percibe que el sueño que este amante tiene es una mentira.
    El contraste entre el sueño y la muerte resulta un tanto inusual, ya que muchos utilizan la expresión “se fue al sueño eterno” para hacer referencia a la muerte, lo inusual en este caso sería que en la muerte tengas la capacidad de SOÑAR, y no conforme con ello, que logres GOZAR y AMAR estando en este estado, en el cual sencillamente no puedes realizar nada, ya que careces de algo llamado VIDA, que es la que te proporciona la facultad de articular, mover, respirar y de circular sangre, por todo su cuerpo y por ende permanecer VIVO.
    Sin embargo aunque el sueño es una mentira y que la muerte no le dejara disfrutar del amor que él tan afablemente cree tener, cabe acotar que en cualquiera de las dos etapas en las que se encuentre el amante, este disfruta del amor que siente por Floralba. Se retrata las paradojas de la vida y la muerte, contenida en un sueño falso.

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    1. Como a Arlet a tu comentario lo afecta que hacen una lectura demasiado literal del soneto. Y no trabajas lo relativo a las paradojas.

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