Este es el blog del Departamento de Castellano, Literatura y Latín del Instituto Pedagógico de Caracas. Es el espacio de confluencia de nuestras letras. En él se diluyen los linderos entre lingüística y retórica, semántica y poética, discurso e imagen. La palabra interdisciplinaria estalla en la traducción fáustica de lo que nos rodea. Hoja en blanco, signo que te aguarda.
martes, 23 de junio de 2015
Garcilaso de la Vega: Soneto V
Escrito’stá en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo:
vos sola lo escribistes; yo lo leo
tan solo que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto,
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;
cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.
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Sencillamente estoy enamorada, esta pequeña joya quedará prendida por siempre en mi corazón. Simplemente no puedo dejar de pasar mis ojos sobre esta pieza, como si la estuviese leyendo por primera vez, una vez tras otra, suspiro tras suspiro.
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ResponderEliminarMarisol, sin estar mal, el análisis está un poco demasiado intelectual y un tanto lejano de la emocionalidad del poema. De hecho no toca el punto del cual trata, salvo en las últimas líneas
EliminarEl amado deja de ser un Escritor para convertirse en un lector de amor de la amada, puesto que todo lo que él quiere escribir del amor ya ella lo ha escrito en él. Ya él no es dueño de su vida, pues la amada se la da a través del amor y por ella vive y por ella muere. El amor es tan grande que lo que ve es incompleto y él tiene la fe que el amor es más de lo que puede meterse en sí mismo. El oficio es el arte que se da sin necesidad de estudiar, solo se aprende… El oficio del amado es amar a su amada eternamente. Marisol Mogollón
EliminarEl soneto V escrito por Garcilaso de la Vega, caballero de la corte de Carlos I nos hace referencia al amor aludido por Isabel de Freire, dama de la corte portuguesa, este amor se expresa como un compromiso que esta obligado a plasmarse mediante la escritura, donde solo hay deleite en la idealización de la misma (amada), nos muestra casi un sentimiento místico por la dama, como se hace por el Dios supremo, si nos remitimos a los tiempos bíblicos la importancia de las tablas y los diez mandamientos, donde era fundamental la escritura para idealizar las normas que Dios imponía, el poema describe al autor como un loco enamorado que entrega su alma para hablar de la amada, es allí donde se evidencia el deseo y el amor por la dama. Se compara a la amada paralelamente con Dios donde la fe hace presencia, el soneto habla de estar dispuesto bajo la presencia de la misma, a pesar de no entender lo que se ve a simple vista, siendo todo posible mediante el amor el mismo que cuando nos referimos a Dios; el amor se hace muestra por la fe. Adicionalmente el poeta expresa antes de finalizar que su amor es como un oficio donde nace para amar a la dama, vive para entregar su alma por esta y morirá por el mismo motivo.
ResponderEliminar¿De quién es este comentario?
EliminarCiertamente el amado ve reflejado ese amor dentro se sí, sin necesidad de decir palabras lo siente y es tan grande que así como vive por ella es capaz de morir...
EliminarEste es uno de los 38 sonetos petrarquistas que el mismo Garcilaso de la Vega junto con Juan Boscan introdujo en España. El tema es el amor y en él hay dos metáforas el alma como papel, en el que la amada escribe y la amada como motivo de fe, al igual que dios.
ResponderEliminarCuando el autor Garcilaso de la Vega habla de amor como escritura, se refiere a un juego entre el yo y el vos, ella ejecuta, él obedece y se remarca con él encabezamiento abrupto del tercer verso que resalta el verbo “ leo”, el poeta no es creado, solo cuenta lo que ya existe.
En tanto que el amor como fe, se refiere o expresa la superioridad de la mujer que ama sobre él con la expresión “no cabe en mi”. Usa la fe como respuesta a su impotencia, muestra la religiosidad y para ello utiliza el verbo “credo”.
En cuanto al amor como oficio, utiliza el hábito que ajusta, a la vestimenta al recubrimiento de lo que está tapado y a la costumbre de estar amándola todos los días en la distancia en secreto. Además que personifica “mi alma os ha cortado a su medida”, el amor como oficio equipara el alma como un sastre es una metáfora del hábito, cuando habla de hábito se refiere a la vestimenta.