y a Mí buscarme has en ti.
De tal suerte pudo amor,
alma, en mí te retratar,
que ningún sabio pintor
supiera con tal primor
tal imagen estampar.
Fuiste por amor criada
hermosa, bella, y así
en mis entrañas pintada,
si te perdieres, mi amada,
Alma, buscarte has en Mí.
Que yo sé que te hallarás
en mi pecho retratada,
y tan al vivo sacada,
que si te ves te holgarás,
viéndote tan bien pintada.
Y si acaso no supieres
dónde me hallarás a Mí,
No andes de aquí para allí,
sino, si hallarme quisieres,
a Mí buscarme has en ti.
Porque tú eres mi aposento,
eres mi casa y morada,
y así llamo en cualquier tiempo,
si hallo en tu pensamiento
estar la puerta cerrada.
Fuera de ti no hay buscarme,
porque para hallarme a Mí,
bastará sólo llamarme,
que a ti iré sin tardarme
y a Mí buscarme has en ti.
Elijo este poema por la razón de que en el mismo se ve reflejado mucho de lo que se vio con San Juan de la Cruz, que es aquello del narcisismo, yo me enamoró de la figura que aparece en mi reflector. El poema de San Juan de la Cruz tiene unos versos al final que se complementan o son paralelos al de Santa Teresa, este es mi ejemplo:
ResponderEliminar¡oh cristalina fuente!
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
Los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados
Aquí hay una especie de narciso como ya comente con anterioridad, porque ella cree ver en sus ojos a través de ese "espejo" a su amado y resulta que su amado no está en ese espejo sino que está en la imagen que ella cree de el. Algo similar va ha pasar con el de Santa Teresa, veamos:
Y si acaso no supieres
dónde me hallarás a mí
no andes de aquí para allí
sino, si hallarme quisieres
a mí buscarme has en ti.
Aquí es el quien le dice que no lo busque por lugares terrenales sino que lo busque dentro de sí misma. Es por ello que veo esto tan parecido.
Alexander Ibarra
Elijo este poema por la razón de que en el mismo se ve reflejado mucho de lo que se vio con San Juan de la Cruz, que es aquello del narcisismo, yo me enamoró de la figura que aparece en mi reflector. El poema de San Juan de la Cruz tiene unos versos al final que se complementan o son paralelos al de Santa Teresa, este es mi ejemplo:
ResponderEliminar¡oh cristalina fuente!
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
Los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados
Aquí hay una especie de narciso como ya comente con anterioridad, porque ella cree ver en sus ojos a través de ese "espejo" a su amado y resulta que su amado no está en ese espejo sino que está en la imagen que ella cree de el. Algo similar va ha pasar con el de Santa Teresa, veamos:
Y si acaso no supieres
dónde me hallarás a mí
no andes de aquí para allí
sino, si hallarme quisieres
a mí buscarme has en ti.
Aquí es el quien le dice que no lo busque por lugares terrenales sino que lo busque dentro de sí misma. Es por ello que veo esto tan parecido.
Alexander Ibarra
Sobre el comentario de Alexander debo decir lo siguiente. Concuerdo en que ambos trabajan el tema del reflejo o el espejo del mito de Narciso, pero hay sensibles diferencias que deben ser matizadas o señaladas por ustedes, pues ellas marcan la diferente visión mística de Santa Teresa, que es mujer, y de San Juan, que es hombre. Ojo con eso. Igualmente, cuida la ortografía, Alexander. Si puedes corrige o edita tu comentario. Gracias.
ResponderEliminarLa diferencia estaría en los tópicos a la hora de reflejar al otro(esposo), Santa Teresa trabaja la parte del otro, del esposo, como el alma, donde dice (cito textualmente): "Fuiste por amor criada, bella, hermosa y así en mis entrañas pintada, todo esto en relación al alma". San Juan trabaja con los ojos, para recrear la visión del otro, que es tangible, el alma es abstracta e intangible, con lo que trabaja Santa Teresa, aquí entraría en escena lo místico, lo inexplicable. Son dos diferencias esenciales, desde mi punto de vista, en los dos poemas.
EliminarLa diferencia estaría en los tópicos a la hora de reflejar al otro(esposo), Santa Teresa trabaja la parte del otro, del esposo, como el alma, donde dice (cito textualmente): "Fuiste por amor criada, bella, hermosa y así en mis entrañas pintada, todo esto en relación al alma". San Juan trabaja con los ojos, para recrear la visión del otro, que es tangible, el alma es abstracta e intangible, con lo que trabaja Santa Teresa, aquí entraría en escena lo místico, lo inexplicable. Son dos diferencias esenciales, desde mi punto de vista, en los dos poemas.
EliminarLa diferencia estaría en los tópicos a la hora de reflejar al otro(esposo), Santa Teresa trabaja la parte del otro, del esposo, como el alma, donde dice (cito textualmente): "Fuiste por amor criada, bella, hermosa y así en mis entrañas pintada, todo esto en relación al alma". San Juan trabaja con los ojos, para recrear la visión del otro, que es tangible, el alma es abstracta e intangible, con lo que trabaja Santa Teresa, aquí entraría en escena lo místico, lo inexplicable. Son dos diferencias esenciales, desde mi punto de vista, en los dos poemas.
EliminarEl comentario al que hago referencia en este aporte es el último de Alexander Ibarra, quien sin embargo olvidó identificarse. Reconociste una diferencia, la de la idea de la pintura, pero hay por lo menos dos más. Con una adicional que identifiques me conformo. No olvides poner tu nombre.
ResponderEliminarFinalizo mi intervención con otro de los elementos que me pareció importante en este poema de Santa Teresa, y es el elemento del aposento, casa o morada. El de la pintura y ahora el de la casa como el lugar donde ella reposa, son los elementos que marcan este poema en Santa Teresa. Hasta aquí mi intervención.
ResponderEliminarAlexander Ibarra
Finalizo mi intervención con otro de los elementos que me pareció importante en este poema de Santa Teresa, y es el elemento del aposento, casa o morada. El de la pintura y ahora el de la casa como el lugar donde ella reposa, son los elementos que marcan este poema en Santa Teresa. Hasta aquí mi intervención.
ResponderEliminarAlexander Ibarra
Finalizo mi intervención con otro de los elementos que me pareció importante en este poema de Santa Teresa, y es el elemento del aposento, casa o morada. El de la pintura y ahora el de la casa como el lugar donde ella reposa, son los elementos que marcan este poema en Santa Teresa. Hasta aquí mi intervención.
ResponderEliminarAlexander Ibarra
En el poema Cántico Espiritual el autor San Juan de la Cruz, explica el sentimiento del amor por Dios, comparando el amor divino con el amor humano. Está trabajado en tres momentos los cuales son: la pérdida, la búsqueda y el encuentro.
ResponderEliminarEn la pérdida: la esposa busca al esposo, ella siente que se le ha ido y pregunta por él, ya que ella siente que lo necesita pero no está. Aquí representa la falta de fe que tiene el alma. Sin embargo ella pregunta si está, lo que alegóricamente busca es creer que Dios existe y el encuentro representa la entrega total del amor hacia Dios que está dentro de ella sin ningún tipo de duda.
Mientras que en el Alma, buscarte has en mí, de Santa Teresa de Jesús, se refiere a que Dios ya está dentro de ella y no hay miedo a perderse, dándole el punto de partida para iniciar el camino como la solución para lograr encontrarle.
Esto nos indica que el hombre no debe alejarse nunca del corazón de Dios, y así puede tener la seguridad de encontrar a Dios y después su verdadera propia imagen en él.
En cuanto al comentario de Marisol: Está muy bien, pero demasiado centrado en San Juan de la Cruz, cuando que la idea era que ahora estudiaran a Santa Teresa de Jesús con cierta profundidad. La que señalas es una semejanza importante, pero ¿qué podemos decir de sus imágenes poéticas? ¿Concuerdan, se asemejan a las de San Juan? Y diferencias, ¿no se notan?
ResponderEliminarPor allí deben canalizarse sus aportes en el blog.