Este es el blog del Departamento de Castellano, Literatura y Latín del Instituto Pedagógico de Caracas. Es el espacio de confluencia de nuestras letras. En él se diluyen los linderos entre lingüística y retórica, semántica y poética, discurso e imagen. La palabra interdisciplinaria estalla en la traducción fáustica de lo que nos rodea. Hoja en blanco, signo que te aguarda.
Hola Jesús, el enlace que has compartido, a mi parecer, está bien si buscamos conocer ideas básicas sobre la pintura surrealista. No obstante, debemos comprender el surrealismo en su profundidad, ya que André Breton se guió para la realización de dicha propuesta, nada más y nada menos que por las complejas teorías freudianas. Por otra parte, aunque el automatismo puro esté estrechamente ligado con el surrealismo, debemos conocer que no es lo mismo. Al concebir en el automatismo puro como “una forma de expresión en la que la mente no ejerce ningún tipo de control…” podríamos deducir que para pintar un cuadro verdaderamente surrealista, el pintor debería estar completamente loco, porque según el concepto de automatismo puro, no habría de tener ningún control de su mente. Por ello considero que, una manera más clara de comprender el surrealismo sería percibiéndolo como un método que busca comprender la mente humana, mientras menos control racional ejerza sobre ésta, a través de composiciones, imágenes, movimientos, formas, mezclas, contrastes y demás cosas que, de un modo u otro, sugieran irracionalidad, o la pretendan. Porque… aunque Dalí se haya basado en sus sueños (su supuesta irracionalidad), debió poseer el mínimo control de su mente para elaborar muchas de sus obras, de lo contrario dudo que haya sabido como tomar un pincel, o cómo escribir el guion para un cortometraje. Dalí no estaba loco. En un proyecto de investigación titulado “Un perro andaluz y el cine surrealista” que incluye la revista Creación y Producción en Diseño y Comunicación Nº36 (2011), se menciona una característica del surrealismo, que me parece esencial para comprenderlo. Esa característica es “la provocación”. Según expone Méndez Cabrera, la autora del proyecto antes mencionado: “la obra artística surrealista pretende causar confusión en el espectador. La meta es desorientarlo de la realidad que conoce, para sumergirlo en un nuevo mundo dónde la magia, la fantasía y el sinsentido son el principio protagónico”.
Hola Jesús, el enlace que has compartido, a mi parecer, está bien si buscamos conocer ideas básicas sobre la pintura surrealista. No obstante, debemos comprender el surrealismo en su profundidad, ya que André Breton se guió para la realización de dicha propuesta, nada más y nada menos que por las complejas teorías freudianas. Por otra parte, aunque el automatismo puro esté estrechamente ligado con el surrealismo, debemos conocer que no es lo mismo. Al concebir en el automatismo puro como “una forma de expresión en la que la mente no ejerce ningún tipo de control…” podríamos deducir que para pintar un cuadro verdaderamente surrealista, el pintor debería estar completamente loco, porque según el concepto de automatismo puro, no habría de tener ningún control de su mente. Por ello considero que, una manera más clara de comprender el surrealismo sería percibiéndolo como un método que busca comprender la mente humana, mientras menos control racional ejerza sobre ésta, a través de composiciones, imágenes, movimientos, formas, mezclas, contrastes y demás cosas que, de un modo u otro, sugieran irracionalidad, o la pretendan. Porque… aunque Dalí se haya basado en sus sueños (su supuesta irracionalidad), debió poseer el mínimo control de su mente para elaborar muchas de sus obras, de lo contrario dudo que haya sabido como tomar un pincel, o cómo escribir el guion para un cortometraje. Dalí no estaba loco. En un proyecto de investigación titulado “Un perro andaluz y el cine surrealista” que incluye la revista Creación y Producción en Diseño y Comunicación Nº36 (2011), se menciona una característica del surrealismo, que me parece esencial para comprenderlo. Esa característica es “la provocación”. Según expone Méndez Cabrera, la autora del proyecto antes mencionado: “la obra artística surrealista pretende causar confusión en el espectador. La meta es desorientarlo de la realidad que conoce, para sumergirlo en un nuevo mundo dónde la magia, la fantasía y el sinsentido son el principio protagónico”.
Un pequeño resumen donde se interpreta el mundo de los sueño en el vanguardimo literario el surrealismo enlace de jesus escorche
ResponderEliminarHola Jesús, el enlace que has compartido, a mi parecer, está bien si buscamos conocer ideas básicas sobre la pintura surrealista. No obstante, debemos comprender el surrealismo en su profundidad, ya que André Breton se guió para la realización de dicha propuesta, nada más y nada menos que por las complejas teorías freudianas. Por otra parte, aunque el automatismo puro esté estrechamente ligado con el surrealismo, debemos conocer que no es lo mismo. Al concebir en el automatismo puro como “una forma de expresión en la que la mente no ejerce ningún tipo de control…” podríamos deducir que para pintar un cuadro verdaderamente surrealista, el pintor debería estar completamente loco, porque según el concepto de automatismo puro, no habría de tener ningún control de su mente. Por ello considero que, una manera más clara de comprender el surrealismo sería percibiéndolo como un método que busca comprender la mente humana, mientras menos control racional ejerza sobre ésta, a través de composiciones, imágenes, movimientos, formas, mezclas, contrastes y demás cosas que, de un modo u otro, sugieran irracionalidad, o la pretendan. Porque… aunque Dalí se haya basado en sus sueños (su supuesta irracionalidad), debió poseer el mínimo control de su mente para elaborar muchas de sus obras, de lo contrario dudo que haya sabido como tomar un pincel, o cómo escribir el guion para un cortometraje. Dalí no estaba loco. En un proyecto de investigación titulado “Un perro andaluz y el cine surrealista” que incluye la revista Creación y Producción en Diseño y Comunicación Nº36 (2011), se menciona una característica del surrealismo, que me parece esencial para comprenderlo. Esa característica es “la provocación”. Según expone Méndez Cabrera, la autora del proyecto antes mencionado: “la obra artística surrealista pretende causar confusión en el espectador. La meta es desorientarlo de la realidad que conoce, para sumergirlo en un nuevo mundo dónde la magia, la fantasía y el sinsentido son el principio protagónico”.
ResponderEliminarHola Jesús, el enlace que has compartido, a mi parecer, está bien si buscamos conocer ideas básicas sobre la pintura surrealista. No obstante, debemos comprender el surrealismo en su profundidad, ya que André Breton se guió para la realización de dicha propuesta, nada más y nada menos que por las complejas teorías freudianas. Por otra parte, aunque el automatismo puro esté estrechamente ligado con el surrealismo, debemos conocer que no es lo mismo. Al concebir en el automatismo puro como “una forma de expresión en la que la mente no ejerce ningún tipo de control…” podríamos deducir que para pintar un cuadro verdaderamente surrealista, el pintor debería estar completamente loco, porque según el concepto de automatismo puro, no habría de tener ningún control de su mente. Por ello considero que, una manera más clara de comprender el surrealismo sería percibiéndolo como un método que busca comprender la mente humana, mientras menos control racional ejerza sobre ésta, a través de composiciones, imágenes, movimientos, formas, mezclas, contrastes y demás cosas que, de un modo u otro, sugieran irracionalidad, o la pretendan. Porque… aunque Dalí se haya basado en sus sueños (su supuesta irracionalidad), debió poseer el mínimo control de su mente para elaborar muchas de sus obras, de lo contrario dudo que haya sabido como tomar un pincel, o cómo escribir el guion para un cortometraje. Dalí no estaba loco. En un proyecto de investigación titulado “Un perro andaluz y el cine surrealista” que incluye la revista Creación y Producción en Diseño y Comunicación Nº36 (2011), se menciona una característica del surrealismo, que me parece esencial para comprenderlo. Esa característica es “la provocación”. Según expone Méndez Cabrera, la autora del proyecto antes mencionado: “la obra artística surrealista pretende causar confusión en el espectador. La meta es desorientarlo de la realidad que conoce, para sumergirlo en un nuevo mundo dónde la magia, la fantasía y el sinsentido son el principio protagónico”.
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