Yoraily Arèvalo
El choque de un conjunto de doctrinas filosóficas y místico-platonizantes, de ideales sociales y caballerescos, de exacerbada actividad y proselitismo en un ambiente de gran exaltación de la cultura y fe religiosas convertidas en ideal político, se plasma en la mística, síntesis de todos los rasgos humanos, sociales y artísticos del español del siglo XVI.
El misticismo es la manifestación más elevada de la espiritualidad religiosa, que busca la comunicación directa con Dios. Sin embargo, los místicos españoles tienen una misión social en la tierra, dedicada al servicio de Dios. El místico español, por lo general, no se encierra en su celda ajeno a la realidad que le rodea, sino que vive inmerso en ella. Prueba de esto son las vidas verdaderamente activas de sus dos representantes principales, San Juan de la Cruz y Santa Teresa, cuya actividad incesante viajando, fundando conventos, reformando los ya existentes, etc no disminuyó en absoluto su dedicación a la vida contemplativa.
En todas las literaturas europeas la mística es un fenómeno peculiar de los siglos medios. España, sin cambio, que en la Edad Media no había poseído escritos místicos (excepto la musulmana y Raimundo Lulio), crea en el Renacimiento una profunda y perfecta mística. A España se le llama el país de los místicos, ¿con qué razón? En toda la Edad Media, España no ha tenido mística, y a partir del siglo XVII hasta nuestros días no ha producido ningún místico más (excepto para algunos las obras de Miguel de Unamuno en el siglo XX).
HISTORIA DE LA MÍSTICA ESPAÑOLA
La mística española se desarrolló principalmente en Castilla, Andalucía y Cataluña. Brota fuertemente en el siglo XVI a causa de la tensión existente con el Protestantismo. Existen los precedentes medievales de Raimundo Lulio, que marca fuertemente la tradición española con el contacto de la cultura árabe y la místicasufí, y con la tradición semítica de la cábala (en España se compiló su libro más importante, el Zohar, y muchos escritores sefardíes emigrados ampliaron las enseñanzas cabalísticas, como por ejemplo Moisés Cordovero o Isaac Luria). Se trata, además, cronológicamente, de una de las últimas místicas aparecidas y en cierto modo representa la culminación de la tradición mística cristiana.
En ningún otro país o en ninguna otra época han surgido tantos y tan excelentes escritores místicos como en aquel siglo. Sus obras, desde el punto de vista del pensamiento religioso, se sitúan a un nivel que no ha sido superado; y desde el punto de vista literario, ocupan un lugar de preeminencia en la Literatura Española. Desde el punto de vista poético, los versos de San Juan de la Cruz están entre las aportaciones más elevadas del espíritu humano
La característica más acusada de la mística española es su carácter ecléctico, armonizador entre tendencias extremas; un ejemplo, podemos encontrar en San Juan de la Cruz al demonio nombrado en árabe Aminadab o un mismo verso repetido al estilo de la poesía árabe. Un segundo rasgo es que en la literatura religiosa hispana predomina lo ascético sobre lo místico. El tercero sería su gran elaboración formal: presenta un excelente estilo literario, de forma que muchas de sus obras se cuentan como obras maestras de la literatura en lengua española.Como corriente literaria, utiliza la creación de obras escritas como medio para expresar la religiosidad y lo que supone para sus autores la unión del alma con Dios, reservada a muy pocos elegidos.Se señalan cuatro periodos en la historia de la mística española:
Período de importación e iniciación, que comprende desde los orígenes medievales hasta 1500, durante el cual se traducen y difunden las obras de la mística extranjera.
Período de asimilación (1500-1560) en el que las doctrinas importadas son por primera vez expuestas a la española por los escritores que son precursores (fray Hernando de Talavera, fray Alonso de Madrid, fray Francisco de Osuna, fray Bernardino de Laredo, San Juan de Ávila, la sordomuda Teresa de Cartagena y otros).
Período de plenitud y de intensa producción nacional (1560-1600, reinado de Felipe II: fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús).
Período de decadencia o compilación doctrinal, prolongado hasta mediados del siglo XVII, representado por autores como Miguel de Molinos y también por otros autores que no son creadores originales, sino retóricos del misticismo que se ocupan de ordenar y sistematizar la doctrina del período anterior.
REPRESENTANTES DE LA MÍSTICA ESPAÑOLA
Sus principales representantes fueron San Juan de la Cruz, y Santa Teresa de Jesús. Pero también cabe mencionar a figuras señeras en el Siglo de Oro y sobre todo en Castilla, como Bernardino de Laredo,Francisco de Osuna; a San Juan de Ávila se le debe tal vez el famoso soneto místico "No me mueve mi Dios para quererte". Destacan otros místicos, como Santo Tomás de Villanueva, San Juan Bautista de la Concepción, Cristóbal de Fonseca, el beato Alonso de Orozco, fray Pedro Malón de Chaide, fray Luis de Granada o fray Juan de los Ángeles. En el País Vasco destaca la figura de San Ignacio de Loyola. En Cataluña fue importante en la Edad Media Ramón Llull, también conocido como Raimundo Lulio, cuyo Libro del amigo y el amado es el principal testimonio de la literatura mística en catalán. Tras el Siglo de Oro, la mística española entró en decadencia.
SAN JUAN DE LA CRUZ
Nació en Fontiveros (Ávila), en 1542, probablemente el 24 de junio. Tras estudiar Humanidades, su intención era hacerse cartujo, pero tras conocer a Santa Teresa, ingresa a los veintidós años en la orden de los carmelitas descalzos, cambiando su nombre, Juan de Yepes, por el de Juan de la Cruz. Sus intentos de reforma de la orden le supusieron numerosas enemistades e incluso prisión; fue desplazado y encarcelado en un convento de Toledo por sus hermanos carmelitas en 1577, durante un período de ocho meses, tiempo en el que compuso su Cántico Espiritual. En 1578 huyó de la cárcel.Durante el resto de su vida desempeñó numerosos cargos en la orden carmelita, siempre en Andalucía; fue prior del Calvario (Jaén), rector del colegio de Baeza, director espiritual de las carmelitas deBeas, (para ellas compondrá el comentario deCántico Espiritual), prior de los cármenes y confesor de las carmelitas en Granada, Vicario provincial de Andalucía y fundador de varios conventos. En 1591 cesa en todos sus cargos y, ya enfermo, se traslada desde La Peñuela a Úbeda (Jaén), donde muere el 14 de diciembre del mismo año.SANTA TERESA DE JESÚS
Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida por el nombre de Santa Teresa de Jesús o simplemente Santa Teresa de Ávila (Ávila, 28 de marzo de 1515 – Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582), fue una religiosa, doctora de la Iglesia Católica, mística y escritora española, fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (o carmelitas).
Cultivó además Teresa la poesía lírico-religiosa. Llevada de su entusiasmo, se sujetó menos que cuantos cultivaron dicho género a la imitación de los libros sagrados, apareciendo, por tanto, más original. Sus versos son fáciles, de estilo ardiente y apasionado, como nacido del amor ideal en que se abrasaba Teresa, amor que era en ella fuente inagotable de mística poesía.
Las obras místicas de carácter didáctico más importantes de cuantas escribió la santa se titulan: Camino de perfección(1562–1564); Conceptos del amor de Dios y Castillo interioro Las moradas. Además de estas tres, pertenecen a dicho género las tituladas: Vida de Santa Teresa de Jesús(1562–1565) escrita por ella misma y cuyos originales se encuentran en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del El Escorial; Libro de las relaciones; Libro de las fundaciones (1573–1582); Libro de las constituciones (1563); Avisos de Santa Teresa; Modo de visitar los conventos de religiosas; Exclamaciones del alma a su Dios; Meditaciones sobre los cantares; Visita de descalzas; Avisos; Ordenanzas de una cofradía;Apuntaciones; Desafío espiritual y Vejamen.
También escribió Teresa poesías, escritos breves y escritos sueltos sin considerar una serie de obras que se le atribuyen. Escribió Teresa también 409 Cartas, publicadas en distintos epistolarios. Los escritos de la Santa Católica se han traducido a varios idiomas. El nombre de Santa Teresa de Jesús figura en el Catálogo de autoridades de la lengua publicado por la Real Academia Española.
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